Florian Wirtz tuvo en sus pies la oportunidad de cambiar el rumbo de la Bundesliga el pasado sábado por la noche. Un gol suyo contra el Bayern Múnich habría reducido la brecha entre Bayer Leverkusen y el líder de la liga a solo cinco puntos, avivando la lucha por el título. Sin embargo, su disparo fallido dejó a su equipo con un empate 0-0 y, probablemente, sin opciones reales de alcanzar a los bávaros en la tabla.
A pesar del resultado, el desempeño de Leverkusen fue impresionante. Dominaron por completo a su rival: 15 disparos contra 2, un 2.2 en goles esperados (xG) contra 0.1, y seis tiros de esquina a favor por ninguno en contra. Incluso golpearon dos veces el travesaño en la primera mitad.
“Fue nuestro mejor partido contra el Bayern este año, y tal vez también el pasado”
Xabi Alonso
En el centro de todo estuvo Wirtz. Su habilidad con el balón es incuestionable: regatea, asiste y marca. Pero lo que realmente lo distingue es su inteligencia sin balón. Su capacidad para encontrar espacios entre líneas y posicionarse fuera del alcance de los mediocampistas rivales lo convierte en un jugador excepcional.
Cómo Wirtz desarma los esquemas defensivos
El Bayern comenzó el partido con una estrategia agresiva en un 4-4-2, presionando a los centrales de Leverkusen y cerrando a los mediocampistas Granit Xhaka y Exequiel Palacios con Aleksandar Pavlovic y Joshua Kimmich.


Sin embargo, detrás de ellos, Wirtz flotaba libremente en su rol de mediapunta, ubicándose siempre en los espacios vacíos entre las líneas.
1. Movimientos para atraer y descolocar defensas
Wirtz no solo encuentra espacios; los crea. Su inteligencia radica en detectar quién lo sigue y usarlo en su beneficio. Un ejemplo claro ocurrió en la primera mitad:
Observa la presión alta del Bayern y detecta que un defensor está siguiéndolo.
En lugar de esperar el balón en estático, da un pequeño sprint hacia el esférico.
Este movimiento obliga a su marcador a salir de posición, abriendo un hueco que Leverkusen puede aprovechar.




Este patrón se repitió varias veces durante el partido. Cada vez que los mediocampistas del Bayern saltaban a presionar a Xhaka y Palacios, Wirtz ejecutaba el mismo movimiento, asegurándose de permanecer en el punto intermedio entre la defensa y el mediocampo rival.
2. Obligar a los defensores a tomar decisiones incómodas
Un aspecto clave del juego de Wirtz es su capacidad para identificar qué rivales pueden seguirlo y cuáles no.
Si un central lo sigue, lo atrae lejos de la línea defensiva, desorganizando la estructura del Bayern.
Si es un mediocampista como Kimmich quien lo persigue, Wirtz avanza un poco más, empujándolo a una zona donde no quiere estar.




Este dilema es exactamente lo que ocurrió cuando Kimmich, al darse cuenta de que no podía seguir avanzando sin romper el esquema, tuvo que delegar la marca a Dayot Upamecano. Wirtz, con su posicionamiento quirúrgico, quedó libre para recibir el balón entre ambos jugadores.
3. Movimientos laterales para evadir la presión
Además de moverse en profundidad, Wirtz también usa desplazamientos laterales para encontrar espacios.
En un momento del partido, cuando la presión del Bayern se inclinaba hacia un lado del campo, Wirtz identificó el espacio libre al otro costado.
Se desplazó inteligentemente hacia esa zona antes de recibir el pase, asegurando que tuviera tiempo y espacio para maniobrar.




Una jugada clave derivó de este movimiento cuando Wirtz filtró un pase a Jeremie Frimpong, aunque el holandés se encontraba en posición adelantada.
impacto de Wirtz en el ataque de Leverkusen
Más allá de sus movimientos sin balón, Wirtz también influye directamente en la creación de peligro para su equipo.
En la segunda mitad, Bayern ajustó su presión, trayendo a Michael Olise hacia el centro para reforzar la marca sobre Wirtz. Sin embargo, el problema persistió cada vez que Kimmich se adelantaba a presionar, dejando nuevamente espacios para que Wirtz operara.


En una secuencia clave, Wirtz recibió el balón libremente entre líneas, con Upamecano dudando sobre si debía seguirlo o no. Kingsley Coman, un extremo, tuvo que bajar a cerrar el espacio, lo que dejó a Leverkusen con una opción de pase abierta en la banda.


La combinación de estos movimientos estratégicos permitió a Leverkusen generar peligro constante, a pesar de no haber concretado sus oportunidades.
Comparaciones y futuro de Wirtz
El estilo de Wirtz recuerda al de Mesut Özil en sus mejores años: un mediapunta que no solo crea juego, sino que también desestructura defensas con su movimiento sin balón. Su inteligencia táctica y capacidad para manipular a los defensores lo convierten en una joya única en el fútbol europeo.
Es por eso que Bayern Múnich está siguiendo de cerca su evolución y se rumorea que intentarán ficharlo este verano. El partido del sábado fue un escaparate perfecto de por qué encajaría en su esquema: durante 90 minutos, Wirtz les mostró exactamente lo que les falta.
Aun así, su fallido intento de gol dejó a Leverkusen sin la esperanza real de pelear el título. Xabi Alonso lo sabe, pero también es consciente de que tiene en Wirtz a un talento generacional, uno que podría convertirse en el mejor mediapunta del mundo en los próximos años.
Si Wirtz continúa refinando su juego y desarrollando una mayor capacidad goleadora, no hay límites para lo que puede lograr. En la actualidad, ya es el mejor jugador del mundo en encontrar espacios entre líneas. En el futuro, podría ser simplemente el mejor.
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